El círculo vicioso del estrés y la procrastinación: ¿Cómo romperlo?
- Leyda Garza

- 6 may
- 2 Min. de lectura
En la nota anterior, hablamos de la importancia de priorizar tus tareas y delegar actividades si es necesario. Además, abordamos los beneficios de planificar metas, lo cual trae como resultado una mejor gestión del tiempo.
Para finalizar el tema, expliquemos el concepto de procrastinación y el manejo del estrés.

La procrastinación en el ámbito laboral se manifiesta de diferentes maneras, afectando directamente tu productividad, calidad de trabajo y el bienestar de los empleados. Pero, ¿cómo se ve realmente? Se refleja en el retraso en la entrega de tareas (como indicadores o posteos), ineficiencia y baja calidad en las actividades. El primer paso para contrarrestarla es reconocerla; esto te permitirá abordar y mitigar sus efectos negativos.
Algunas de las técnicas que puedes aplicar son la Técnica Pomodoro, la Matriz de Eisenhower, el Time Blocking, entre otras. Investiga sobre ellas y elige la que mejor se adapte a tus necesidades.

Asimismo, el manejo del estrés juega un rol importante, ya que, cuando el nivel de estrés es alto, disminuye nuestra capacidad de concentración y toma de decisiones. Por ello, priorizar nuestras tareas se vuelve más difícil. Una planificación consciente y realista te ayudará a establecer tus metas principales, dividir las tareas grandes, así como dejar tiempo para los imprevistos. En situaciones de estrés, también es útil tomar pausas activas o practicar la respiración profunda.
Ahora que conoces estas herramientas, ¿qué esperas para ponerlas en práctica? La decisión está en ti.
Con este artículo finalizamos el bloque de gestión del tiempo. Te invitamos a seguir leyendo los temas de cultura organizacional que tendremos para ti.

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